La inseguridad a veces conlleva a cosas muy buenas si tienes la compañía necesaria para superarla. Este es el caso de Gustavo Velazco, la marca de diseño venezolano en la que su creador, Lenin Velazco, no creía en un principio, pero gracias al entusiasmo de sus amigos ahora comercializa indumentaria femenina en Argentina, Venezuela, Chile y atiende pedidos personales para Miami, Puerto Rico y República Dominicana.
Educado en docencia en Dibujo Técnico, pero fashionista de corazón, Lenin Gustavo Velazco funda su propia marca en 2011 en Caracas, Venezuela, después de animarse a entrar al mundo de la moda y culminar un curso corto, pero muy educativo, de corte y costura. Ese mismo año inicia con Alto Contraste, una colección inspirada en la elegancia de los años 40 con detalles de la moda del nuevo milenio en bloques de tonos blancos y negros; con este primer paso inicia su camino en el mundo de la moda venezolana haciendo contactos y organizando su propio desfile para presentar la línea en el Instituto Pedagógico de Caracas, su casa de estudios.
En 2012 presenta en el Moda Caracas Moda, uno de los eventos fashion más importantes de su ciudad, la colección Love Pop, esta vez haciendo referencia a los años 50 y con la que consigue aumentar su popularidad y clientela, además de encontrar en los cortes y detalles de esa década una identidad estética que acompañará a 
la marca hasta hoy. Por problemas de salud paraliza su trabajo durante casi 3 años, hasta que a mediados de 2014 se recupera y regresa al ruedo con “Dos y Medio” donde esta vez la inspiración la encuentra en la estética de la trilogía El Padrino, presentado sus diseños más elegantes hasta la fecha, con notable presencia de cortes y técnicas de la sastrería masculina. Con esta línea gana el primer Festival Nacional de Diseño de Modas, en 2015, donde consigue maquinaria e insumos para fundar su propio taller, donde atendía de forma personalizada.
la marca hasta hoy. Por problemas de salud paraliza su trabajo durante casi 3 años, hasta que a mediados de 2014 se recupera y regresa al ruedo con “Dos y Medio” donde esta vez la inspiración la encuentra en la estética de la trilogía El Padrino, presentado sus diseños más elegantes hasta la fecha, con notable presencia de cortes y técnicas de la sastrería masculina. Con esta línea gana el primer Festival Nacional de Diseño de Modas, en 2015, donde consigue maquinaria e insumos para fundar su propio taller, donde atendía de forma personalizada.Ese mismo año se une al staff del blog de moda Caracas Tiene Estilo como Editor de Moda y se encargaba de hablar sobre estilo e historia de la moda. Mantiene su producción bajo una línea atemporal sin nombre, que verá nacer los ahora clásicos diseños de la marca como el vestido Doris y la falda Lucía, los cuales consiguen calar muy bien entre sus clientas.
Debido al quiebre de la economía venezolana y sus aspiraciones de hacer crecer la marca, migra a Buenos Aires, Argentina, en 2018, donde empieza atendiendo pedidos personalizados y posteriormente lanza una línea de básicos para hombre y mujeres que le permiten consolidar una base económica para retomar el mercado venezolano y a su vez entrar al colombiano, con algunos diseños de su línea atemporal, presentes en la tienda multimarca La Casa del Diseño, ubicada en Envigado, Antioquia.
